En el corazón de Kabra hay algo más que telas, costuras y creatividad. Hay una historia que nos precede, una memoria colectiva que queremos honrar y proyectar hacia el futuro. Nuestra marca nace en Mataró, una ciudad con una fuerte tradición textil, donde generaciones de mujeres sostuvieron, con su talento y esfuerzo, una de las industrias más importantes de la región. En este mes de marzo, en el que el 8M nos invita a reflexionar sobre el papel de las mujeres en el mundo laboral y su lucha por la igualdad, queremos reivindicar su legado y compartir cómo nos inspira cada día en Kabra.
Las mujeres del textil en el Maresme: una historia de resistencia y talento
Desde el siglo XIX, Mataró y la comarca del Maresme fueron un epicentro de la industria textil en Cataluña. Con la llegada de las fábricas, miles de mujeres encontraron en los telares y las hilaturas una forma de sustento, aunque a menudo en condiciones de explotación y con salarios mucho más bajos que los de sus compañeros varones. Durante décadas, fueron ellas quienes mantuvieron en funcionamiento una industria que no solo generaba empleo, sino que definía la identidad de toda una región.
La industria textil del Maresme alcanzó su auge en el siglo XX, pero con la globalización y la deslocalización de la producción a países con costes más bajos, muchas de estas fábricas cerraron. Con ellas, se fueron cientos de empleos, dejando a muchas mujeres en situaciones de precariedad laboral. Sin embargo, su conocimiento, su destreza y su pasión por la costura y la confección no desaparecieron. Muchas continuaron trabajando de manera autónoma, adaptándose a los nuevos tiempos, manteniendo vivo un oficio que hoy en día sigue siendo símbolo de calidad y dedicación.
Kabra: recuperando el valor de lo hecho aquí, con historia y alma
Cuando creamos Kabra, soñábamos con una marca que no solo diseñara fundas bonitas y funcionales, sino que también tuviera una historia y unos valores detrás. Desde el principio, quisimos conectar con la tradición textil del Maresme y, sobre todo, con esas mujeres que dedicaron su vida a la confección. Nuestra idea inicial era que las fundas fueran cosidas por algunas de ellas, pero nos encontramos con una realidad compleja: los materiales que usamos son distintos a los que manejaban en su día, y muchas de sus máquinas no podían trabajar con ellos.
A pesar de ello, su legado nos acompaña en cada decisión que tomamos. Kabra es una marca que cree en el valor de la producción local, en el trabajo artesanal y en la sostenibilidad, principios que han guiado a muchas de estas mujeres a lo largo de sus trayectorias. Creemos en la importancia de generar empleo digno, de recuperar el amor por lo hecho a mano y de demostrar que es posible emprender sin renunciar a valores como la justicia social, la equidad y el respeto por nuestro entorno.
Un futuro con raíces y propósito
Nuestro sueño es que Kabra crezca lo suficiente como para generar oportunidades laborales en Mataró y en el Maresme. Queremos que nuestro taller se convierta en un espacio intergeneracional, donde la experiencia de quienes trabajaron en la industria textil se combine con la energía de jóvenes que buscan una oportunidad en un entorno sostenible y artesanal. Creemos que el futuro se construye con memoria y que la mejor manera de innovar es reconocer el camino recorrido.
Este 8 de marzo, queremos recordar y agradecer a todas las mujeres que, con sus manos, su talento y su esfuerzo, hicieron de la industria textil del Maresme un referente. A ellas, y a todas las que siguen luchando por un mundo más justo, les dedicamos cada costura, cada funda y cada decisión que tomamos en Kabra.
Porque las telas pueden cambiar, pero los valores que nos inspiran siguen siendo los mismos: trabajo digno, comunidad y pasión por lo que hacemos.
